Alemania

DE_1 | Spätzle

Los suabos adoran sus Spätzle, un tipo de pasta. Desde hace siglos, preparan Spätzle en casa: como guarnición de asados con salsa o como plato principal acompañado, por ejemplo, con queso o chucrut. Tradicionalmente, la masa se hace con harina, huevos, agua y sal, sin amasar. Se mezcla una libra de harina (se utiliza harina especial para Spätzle, menos grumosa), al menos cinco huevos, sal y agua (la necesaria) y se bate hasta que la masa sea suave y moldeable. A continuación, la masa se ralla directamente sobre agua salada hirviendo. El método tradicional para hacerlo es colocar la masa en una tabla aplanada por la parte delantera y luego, con un rallador especial para Spätzle, rallarla en finas tiras sobre el agua salada hirviendo. El raspador de Spätzle, tiene un contenedor donde se pone la masa; cuando el contenedors se desplaza, la masa cae por los agujeros al agua. Si los agujeros son redondos y lisos, se elaboran Spätzle cortos y gruesos; si están biselados hacia abajo, los Spätzle son largos y finos. Actualmente existen Spätzle de muchos tipos, pero la masa siempre cae al agua por los agujeros. Como plato principal, los Spätzle se sirven con queso y cebollas guisadas, los llamados Kässpätzle (Spätzle de queso), o mezclados con chucrut y tocino como Krautspatzen (Spätzle de chucrut), o con lentejas y salchichas, o... Aún hoy, los Spätzle siguen siendo un referente en Suabia.

(Imagen: © Pixabay)

DE_2 | Stolpersteine

Las Stolpersteine son unas placas de 10x10x10 cm. En 1992, el artista Günther Demnig presentó el proyecto "Stolpersteine" y colocó la primera piedra. Su objetivo era dejar constancia de la memoria de todas las víctimas del nacionalsocialismo: judíos, gitanos y romaníes, homosexuales, perseguidos políticos, testigos de Jehová y víctimas de la eutanasia. Las Stolpersteine pretendían devolver la personalidad y la dignidad a aquellas personas que habían sido reducidas a simples números. Una parada consciente ante una piedra con inscripción pretende ser un "tropiezo con la cabeza y con el corazón".
Actualmente, las Stolpersteine son muy apreciadas. Ya se han colocado 75.000 en Alemania y otros 25 países europeos. Son el mayor monumento descentralizado del mundo, y cada vez más se convierten en una actividad en la que participan ciudades y pueblos. Cada 9 de noviembre, día de la Noche del Pogromo del Reich, las personas se reúnen para limpiar y pulir las placas metálicas y hacer que los nombres de las víctimas del nacionalsocialismo permanezcan vivos. Las piedras también recuerdan que siguen existiendo signos de violencia, de desprecio a la humanidad y de antisemitismo.

(Imagen: © Bertram Wegemer)

DE_3 | "Die Gedanken sind frei"

Escrita ya en torno a 1800, esta canción tuvo un impacto especial en la época de la primera revolución democrática en suelo alemán, la "Revolución de Marzo" de 1848/49. Fue una época de despertar democrático, así como de derrocamiento de los órdenes existentes. La lucha común y la rebelión por la libertad, la igualdad y la fraternidad de la población liberal y joven, desafiando toda la violencia y la represión, se reflejaban en las líneas de esta sencilla canción. Entre 1810 y 1820 se escribió una melodía en Berna, que se imprimió junto con el texto en las recopilaciones de himnos suizos. Finalmente, en 1842, los poetas alemanes Hoffmann von Fallersleben y Ernst Richter publicaron "Die Gedanken sind frei" en las "Canciones populares de Silesia". La canción permitió a los ciudadanos cantar contra la opresión política y personal y dar voz a su anhelo de independencia y autodeterminación. Se dice que la luchadora de la resistencia de Ulm, Sophie Scholl, tocó la canción en el muro de la prisión para su padre cuando fue encarcelado por declaraciones críticas con Hitler. Hasta hoy, los artistas siguen reinterpretando la canción de la libertad anhelada, por ejemplo Nena o Leonhard Cohen.

(Imagen: © Wikipedia Commons)

DE_4 | La tradición de las panaderías comunitarias

En muchos pueblos del sur de Alemania, especialmente en Württemberg, existe la tradición de las panaderías comunitarias. Se inició a principios del siglo XIX por un decreto de la Autoridad de Protección contra Incendios de Württemberg. Los habitantes de los pueblos no debían hornear el pan en sus propias casas por el elevado riesgo de incendio. Por este motivo se empezaron a construir hornos de uso colectivo en el centro del pueblo, a menudo cerca de la iglesia o del ayuntamiento. Además de la seguridad, influyó el factor económico, pues la recogida de leña y el calentamiento del horno se hacían entonces de manera colectiva. El factor social también fue importante: como los hornos eran lugares comunitarios, se convirtieron en lugares de reunión donde la gente hablaba del trabajo y del día a día. En la actualidad, esta tradición se mantiene gracias a las personas sensibilizadas con la ecología. Son muchos los que quiren hacer pan de masa madre porque, a diferencia del pan industrial, se conserva más tiempo y se produce sin aditivos artificiales. Los hornos siguen fomentando la unión social en muchas comunidades. Ahora el uso y la vida en torno a los hornos están regulados en su mayoría por clubes y asociaciones, lo que ha dado lugar a nuevas costumbres, como las fiestas de los hornos, que atraen a mucha gente de toda la región.

(Imagen: © Dr. Wolfgang Doster)

DE_5 | "Schuhplattler"

Los hombres se colocan en círculo. Se visten con pantalones cortos de cuero, tirantes bordados, zapatos también de cuero, camisas de lino blanco, sombreros de loden adornados con pelo de gamuza y calentadores de lana tejida en las pantorrillas. Los hombres colocan los brazos doblados al frente, y en cuanto suena la música, a ritmo de tres por cuatro, levantan las rodillas y saltan de una pierna a otra, mientras golpean alternativamente sus muslos, rodillas o las suelas de los zapatos. Golpean sus zapatos de cuero contra el suelo y gritan con energía. Los hombres bailan el Schuhplattler, que significa "golpear los zapatos". Las palmas y los saltos sincronizados y rítmicos recuerdan a la percusión corporal moderna. El Schuhplattler es un baile puramente masculino, destinado a impresionar a las mujeres. Se baila desde hace más de un siglo en el Tirol del Sur, el sur de Baviera y zonas de Austria. Hoy en día, el Schuhplattler se sigue interpretando en muchas iglesias y festivales tradicionales, y se enseña y se transmite en muchas asociaciones de indumentaria tradicional.
La pose de los bailarines recuerda los movimientos del urogallo, que baila en círculos con las plumas de la cola levantadas, emitiendo fuertes sonidos para impresionar a la hembra, y se dice que fue esta ave la que sirvió de inspiración para el Schuhplattler.

(Imagen: © Heimatverein Thalkirchdorf)

DE_6 | La fiesta de Carnaval en el sur de Alemania

La fiesta de Carnaval se celebra antes del Miércoles de Ceniza. La tradición se remonta a la Edad Media. Originalmente, su objetivo era consumir los restos de carne y grasa porque el cristianismo no permitía el consumo de estos alimentos durante la Cuaresma. Con el paso de los siglos, la fiesta de Carnaval en el sur de Alemania se convirtió en una fiesta popular con desfiles, música y bailes. Las cofradías de bufones de las comunidades predominantemente católicas organizan espectáculos en los que los bufones llevan máscaras y trajes especiales. A menudo están relacionados con las leyendas y las historias locales.
Los bufones pueden hacer trastadas ocultos por su disfraz. Adoptan una nueva identidad y desempeñan un papel que no tiene nada que ver con su vida cotidiana. Los bastiones de la "Fasnet" son Rottweil, Villingen, Riedlingen, Bad Waldsee, etc. Cada gremio de bufones cultiva sus propias costumbres. En Rottweil, el lunes de Carnaval, a las 8:00 horas, tiene lugar el salto de los bufones; en Riedlingen, el martes de Carnaval se celebra una comida “Froschkuttelnessen” (callos de rana que son realmente de vacuno y porcino). El Fasnet se ha hecho cada vez más popular en la década de 1960, hasta el punto de que el gremio de los bufones de Rottweil está incluso considerando restringir la admisión. La televisión y la radio informan de los eventos con grandes audiencias.

(Imagen: © Horst Buchmann)

DE_7 | "Schwörmontag"

Schwörmontag es el día de la ciudad de Ulm. Cada año, el penúltimo lunes de julio la ciudad celebra su tradicional fiesta popular y repite un juramento que se remonta al siglo XIV. Después se celebra una fiesta, primero en el Danubio y luego en toda la ciudad.
Por aquel entonces, en la Ciudad Imperial Libre de Ulm se desató un conflicto entre los patricios, es decir, la nobleza, y los artesanos, organizados en gremios. Estos últimos ganaron cada vez más influencia en el siglo XIV y lucharon por una parte del poder político. Esta lucha se resolvió con la Gran Carta del Juramento de 1397, que otorgó a los gremios una clara mayoría en el ayuntamiento de la ciudad.
Todos los años, el alcalde de Ulm da cuenta de lo ocurrido en la ciudad durante el año anterior ante la tradicional Schwörhaus (Casa del Juramento) de la ciudad. A continuación, levanta la mano derecha y jura "ser un hombre sencillo para ricos y pobres", es decir, trabajar para todos los ciudadanos por igual.
Hoy en día, la Nabada, una colorida fiesta popular a orillas del Danubio, está asociada al Schwörmontag.
La Semana de Schwör (juramento) que precede al Schwörmontag está repleta de actos como la Lichterserenade (serenata de luces) y, cada cuatro años, la Fischerstechen (torneo de pescadores) y la Ulm Bindertanz (danza de los toneleros).

(Imagen: © Ulmer Stadtarchiv)